Un concierto en el que la banda argentina venía a presentar su último trabajo, Romantisísmico, publicado en 2013. Su setlist, que fue de menos a más, albergó gran parte de este último trabajo, con temazos como "El baile de Odin", "Uso" o "Aduana de palabras", en el que se ve la gran variedad de estilos que han llegado a manejar.
Su cantante, Adrián Dárgelos, es una auténtica rockstar, y sabe lo que el público (su público) demanda; no paró de gesticular y tocar a la gente en todo el concierto. El sonido fue muy bueno, sin idas de tono respecto al disco, excepto en las más rockeras, en las que se explayaban más.
En cuanto a la sección "clásicos de la banda", sobretodo me fliparon "Carismático" y "Yegua", tocadas una después de la otra, como en el disco (Anoche), la versión de "Putita", "El Colmo", "Desfachatados", "Y que?" o "microdancing".
Vinieran a presentar lo que sea, una legión de público argentino, que se las sabía TODAS, me dejó, como siempre, muy gratamente sorprendido.
Después del concierto de los babasónicos, y casi sin energía, solamente pude aguantar tres o cuatro canciones de Dorian. Y pese a que no es un grupo que me guste, se les vió entregados, al igual que su público.
En resumen, una noche de Jueves perfecta para disfrutar de una sala que suena bien, y de dos grupos que saben lo que hacen.
Fotos: Iván Navarro
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