Lo que tuve oportunidad de ver y escuchar el pasado 7 de Octubre tiene una simple definición: Experiencia a repetir. Empezaron la noche Jupiter Lion con un sonido hipnótico, unas baterías realmente potentes y unas canciones impresionantes. 45 minutos que se hicieron escasos. Ya tengo ganas de verlos otra vez...
Holy Fuck salieron a escena delante de unas 200 personas; el suelo, lleno de cables que iban de un sitio a otro, tembló con la energía de estos canadienses, que dieron 1 hora y media de concierto acelerado, con algunas canciones nuevas, y algunos de sus emblemas como "Red Lights" o "Lovely Allen", que sonaron bastante diferentes (cosa que siempre se agradece).
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